Así ocurrieron los hechos:
Mí marido trabajaba en un cortijo en el pueblo de Almodóvar del Río, provincia de Córdoba, Yo me encontraba en Granada por mí estado de gestación acompañada de mis dos hijas de 4 y 2 años respectivamente.
Yo deseaba estar al lado de mí marido, se me hacían eternos los días lejos de él, así que no me lo pensé dos veces, cogí a mis dos hijas y para el cortijo de Córdoba que me fui.
Cuando Eduardo nos vio se hecho las manos a la cabeza de alegría y de preocupación.
La hora del parto llegó y nos pillo sin medico ni comadrona. Estábamos los dos solos para hacer frente a la situación. Yo estaba tranquila y fui diciéndole a él todo lo que recordaba de mis partos anteriores. Mí marido no solo me ayudaba, si no que me daba fortaleza con sus palabras de aliento y de cariño. Fue el regalo más hermoso que me ha dado la vida: dar a luz a una niña preciosa y haberlo hecho al lado de Eduardo, mí marido.
Luísa Hernández
Participante en el Col.lectiu Suma
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada