Mis sueños eran muy semejantes a los de muchas mujeres: un marido buena persona y trabajador, criar unos hijos...
Pero la felicidad no la tenemos asegurada y la mía se esfumo con todas mis ilusiones.
Pero a pesar de todo, tengo ahora otras segundas ilusiones. Mirar hacia delante para disfrutar del tesoro que me queda: disfrutar de mis hijos y de mis nietos que los disfruto día a día.
¡Eso sí que es un sueño real!
Manoli Moreno
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