“Tots nosaltres sabem alguna cosa. Tots nosaltres ignorem alguna cosa. Per això, aprenem sempre.Paulo Freire

Era una niña

Era una niña, no tenía más de cinco años.
Recuerdo que abrí la habitación de mamá y allí estaba él, en mitad de la habitación. Me miraba con sus ojos azules, esos ojos que no olvidaré nunca.
¡Qué emoción! ¡Qué alegría tan grande! Aquel fue el día más grande de mi infancia.
Estaba tan emocionada que no podía articular palabra; no estaba soñando, era él, el que tanto quería.
Cuando era aún más pequeña me paseaba sentada en sus hombros y yo siempre quería más. Ibamos al parque y me montaba en un caballito que me gustaba mucho; él me miraba y yo me sentía orgullosa de él.
Por la noche me llevaba a la cama y antes de dormirme, me contaba cuentos hasta quedarme dormida.
¡Sí! Era papá, al que yo tanto quería ¡qué emoción! ¡No podía creérmelo! Pero era real, estaba allí y me miraba con una dulzura increíble en sus ojos.
Le abracé y comencé a llorar.
- ¡Nunca más, papá! No te irás más. Dime que ya nunca más me vas a dejar.
Papá emocionado me prometió que jamás me dejaría
- Ya no volveré a marcharme, no merece la pena. No hay nada que valga más que estar al lado de mi pequeña. No pensé que te echaría tanto de menos. ¡he sufrido tanta soledad!
Nunca olvidaré esa noche, era Navidad, la Navidad más feliz de mi vida.
Ahora tengo 30 años y aún conservo la cajita de música que me trajo con todo el cariño de aquel viaje. Todas las noches la abro para escuchar su música que me hace recordar aquel día tan feliz.

Mari Rodrigo
Participant