Voy a contar un poco de mi vida

Voy a contar un poco de mi vida. Estoy casada y tengo dos hijos y cuatro nietos. Para mí tener una familia es lo más grande que me ha podido pasar, estamos todos muy unidos y nos queremos mucho.
Pero la felicidad no es constante. En el año 2006, me hicieron una mamografía y vieron que tenía un bulto, y ahí empezaron las complicaciones, pruebas y más pruebas hasta que me dieron el diagnostico: tenía cáncer.
Nunca pensé que eso me podía tocar a mí.
Los médicos me informaron de las complicaciones que iba a padecer. A mí me entró una descomposición y un encogimiento de corazón angustioso. ¡no me lo quería creer!
Primero me operaron y después la quimioterapia y la radioterapia.
Tenía esperanzas de que el tratamiento fuera flojito, pero no, fue muy duro. A la segunda sesión de quimio empezó a caérseme el pelo. Eso para mí fue un trauma. Mira si lo pasé mal, que cuando pasaba al lado de un espejo, miraba para otro lado ¡no podía soportar el verme calva! En casa me ponía un pañuelo y para salir a la calle iba con peluca.
Cada vez que tenía una sesión de quimio se me quitaban las ganas de comer y también me salieron llagas en la boca.
En el tratamiento me pusieron 16 sesiones de quimio y 25 de radioterapia. De tanto pincharme, las venas estaban inservibles. Tuve que entrar otra vez en el quirófano para que me pusieran un tac.
Con todo este tratamiento tenía las defensas por los suelos, me salieron hongos.
Llegó un momento que ya no podía más, cogí una depresión de caballo, me dio por llorar, nada más quería morirme. Estuve yendo a una psicóloga para que me ayudara a salir del pozo.
Ahora le doy gracias a Dios por estar aquí y también a mi familia le tengo que agradecer su cariño y sus cuidados.
Ahora cuando pienso en todo aquello, es como un mal sueño.


Lola Rosa

Participant