Sobre los años 60, la mayoría de mujeres que participamos en el Col•lectiu Suma, llegamos a Barcelona desde distintas comunidades, pero todas con el mismo objetivo e ilusión: ¡trabajar para poder llevar una vida mejor!
Eran tiempos muy difíciles, sobretodo para la mujer, te discriminaban en el trabajo, había mucho machismo, costaba mucho ascender en el trabajo, reivindicar tus derechos porque enseguida te amenazaban con el despido.
Me llamo Pepi Moruno, nací en Azuaga. Llegue a Sant Boi cuando tenía 14 años. Trabajé 9 años en Pirelli que es una fábrica de calzado. Fue una época de mi vida que siempre recordaré. A pesar de lo duro que era el trabajo, me lo pasaba muy bien porque había mucho compañerismo, muy buenas amigas.
Después de 35 años aún mantengo muy buena relación con dos de ellas.
Después he trabajado en otros empleos y ahora que ya tengo 59 años aún estoy activa para trabajar, aunque ahora estoy en paro.
Tengo dos hijos y en estos momentos tengo una vida tranquila, serena y feliz.
Me llamo Nieves Vela, nací en Sevilla y hace muy poco tiempo que vivo en Sant Boi.
Me casé con 17 años y he tenido 5 hijos.
Comencé a trabajar junto a mi marido en un bar familiar durante 26 años.
No salía de la cocina. Tenía la ayuda de mi tía Dolores; sin ella no hubiera podido salir adelante: criar a los hijos y seguir trabajando en el bar.
Actualmente tengo 9 nietos y dos que vienen de camino.
Si tuviera que definirme diría que soy una buena madre y estupenda abuela.
Me llamo Lola Rosa, llegué a Barcelona recién casada y al poco tiempo me quedé embarazada.
A los 5 meses de parir a hijo, comencé a trabajar en un taller de costura.
Eran tiempos muy difíciles. La vivienda estaba por las nubes, así que no hubo más remedio que compartir piso con otras familias, solo teníamos una habitación.
Con mucho sacrificio, después de tres años, pudimos dar la entrada para un piso.
Tengo dos hijos y cuatro nietos.
Ahora estoy jubilada y vengo con mucha ilusión a las clases.
Me llamo Manoli Moreno. Tenía 13 años cuando llegué a Barcelona.
Enseguida empecé a trabajar, y después de casada continué la vida laboral.
He tenido tres hijos.
Aunque mi juventud fue muy dura ya que me quedé viuda muy joven, estoy satisfecha; ahora disfruto de mis hijos y nietos y he conseguido una vida tranquila.
Aunque mi marido no está con nosotros, yo lo tengo conmigo en mi corazón.
Me llamo Isabel Carroyero, vine a Barcelona de soltera, después me casé aquí en Sant Boi en el año 62.
Comencé a trabajar en el hospital psiquiátrico. Allí he estado durante 30 años.
Tengo dos hijos y cuatro nietos.
Me quedé viuda a los 56 años.
Mi lucha ha sido constante desde que nací. Y seguiré luchando mientras tenga energía.
Me llamo Catalina Muñoz. Cuando mi marido y yo éramos novios, él se vino a trabajar a Barcelona y estuvo aquí tres años. Volvió al pueblo para casarnos, así que llegué a Sant Boi recién casada, tenia 25 años.
Tuve los dos primeros hijos y trabajé durante muchos años cosiendo en casa ropa de señora.
Después me coloqué de dependienta en una tienda de tejidos, y allí estuve hasta que me jubilé.
Ahora tengo setenta años, tres hijos maravillosos y seis nietos. ¡Me siento muy orgullosa de mi familia!
Me llamo Araceli Osuna. He estado cuarenta años trabajando en una fábrica.
Cuando mis hijos eran pequeños lo pasaba mal por lo difícil que es organizarse para ir a trabajar y a la vez cuidar de los hijos y de la casa. Pero lo sobrellevaba y estaba contenta.
Ahora que ya los tengo mayores, que podía ir a trabajar sin tanto agobio, me dejan en la calle, sin trabajo. La fábrica ha cerrado y tenemos pendiente el juicio para poder cobrar lo que nos corresponde.
Ahora me compensan otras cosas, sobretodo, una nieta que es preciosa. Ella me ayuda a llevarlo mejor.
Hay que agradecer a las mujeres trabajadoras su valor, su lucha y su enfrentamiento al machismo. Se ha conseguido muchísimo en cuanto a la igualdad de derechos.
Nosotras también hemos puesto nuestro granito de arena para conseguir la promoción de la mujer y estamos orgullosas de ello.
Hemos trabajado y hemos educado a nuestros hijos transmitiéndoles los valores heredados de nuestros padres, sobretodo el valor supremo: EL AMOR.
¡¡¡VIVA LA MUJER TRABAJADORA!!!
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1 comentari:
Hola a todas, ha sido una casualidad que os leyera, yo tambien soy de vuestra generación, y vine a Barcelona con 14 años y a los 10 dias ya estaba trabajando y sigo. He visto crecer St.Boi y aunque lo que se ha hecho no todo me gusta lo acepto como aceptamos las diferentes formas de ser de la gente que nos rodea y queremos. Os deseo mucha felicidad a todas y ánimo en ese colectivo que parece muy interesante. ¡¡¡Aupa St.Boi!!!
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