Cuando mi hija iba a casarse, le diagnosticaron cáncer de próstata a mi marido, lo tuvieron que operar de urgencias y no había humor para fiestas, así que mi hija tuvo que retrasar la boda.
Al medio año más o meno, empecé a tener mareos, pero no quería decir nada en casa hasta que mi hija se casara, pero una semana antes de la boda, me dio un ataque, me llevaron de urgencias y ya no me dejaron salir. ¡Otra vez a retrasar la boda!
Me operaron de un tumor en la cabeza. Estuve en coma 2 meses. Cuando desperté y volví a casa tuve que comenzar a aprender a hablar, a caminar, a recordar…. como un recién nacido. Tarde 5 años en poder caminar sola.
Mis hijas y mis nietos han sido el motor de mi recuperación. Ver comos ellos se preocupaban por mí, me acompañaban y me daban ánimos, me daba valor para luchar.
Poco a poco fui superando los obstáculos y hasta hoy, que aunque me han quedado secuelas, puedo llevar una vida normal y cuidar de mi marido que padece la enfermedad de Alzeimer.
Mi experiencia de la vida es que siempre hay que mirar para adelante y nunca tirar la toalla.
Julia Arellano
Participant
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