Convertirme en abuela ha sido algo maravilloso, pero antes de ser abuela fui madre que es una experiencia igualmente maravillosa.
Disfruto de esta gran recompensa que es ver y gozar de los hijos de mis hijos.
Entre mi marido y yo cuidamos de dos nietas, cada una de un hijo. Nos organizamos bastante bien y nos sentimos llenos de vida y más jóvenes.
Cuidamos de nuestras nietas con mucha ilusión y después de estar todo el día jugando con ellas, tirándonos por el suelo y disfrutando como niños, ni nos acordamos que tenemos sesenta años ni que nos duelen los huesos. Claro que no es igual que cuando teníamos 25 ó 30 años, pero tenemos la suficiente fuerza para disfrutar de ellas.
Cuando no las tenemos, las encontramos a faltar.
Estoy muy orgullosa de poder ayudar a mis hijos, echándoles una mano en la responsabilidad de cuidar de sus hijos.
A todas esas madres que un día serán abuelas les anuncio que es una cosa muy bonita, deseo que puedan tener esa experiencia como yo y puedan disfrutarla durante mucho tiempo. Un beso para todas ellas.
Luisa Valera
Participante
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